En 1910, el Tribunal de Distrito Federal de Missouri declaró la harina blanca apta para el consumo humano. Pero, por desgracia, de acuerdo con HW Wiley, primer jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos, la aplicación de esta ley se "Obtuvo a través de la influencia política de los molineros de harina". El libro del señor Wiley "La Historia de un crimen contra la pura legislación alimentaria", trata sobre este caso. Hoy en día, la harina se hace de trigo que está siendo tratado con fungicidas, pesticidas, insecticidas, etc. Desde entonces cerca de 60 diferentes productos químicos se han aprobado para blanquear la harina.
Datos sobre la harina blanca que te sorprenderán:
La Harina blanca contiene casi nada de nutrientes: Los fabricantes de harina blanca eliminar primero el salvado de la semilla de trigo, el germen que contiene 76% de las vitaminas y minerales. 97% de la fibra dietética también se pierde. "Se elimina todo la vitamina E, 50% de calcio, 70% de fósforo, hierro, magnesio y vitaminas B.
Así es que esto ya no tiene nutrientes y lo que queda es un almidón (que forma una bonita pasta al combinarse con agua). ¿Cómo reacciona su cuerpo al almidón puro? ¡Igual que con el azúcar puro! El consumo de harina blanca enriquecida o productos con harina blanca enriquecida hacen que su cuerpo grite mientras viaja en la montaña rusa del azúcar, por tremendas bajadas y subidas.
La harina blanca enriquecida también engorda: La harina blanca no es más que carbohidratos refinados. Según un estudio que fue mencionado por Natural News, los americanos comen bastantes calorías extras (la mayoría como carbohidratos refinados) como para agregar tres libras de grasa al mes a su peso corporal. Los carbohidratos deben provenir de fuentes no refinadas, como las frutas y las verduras orgánicas y frescas. No de algo que ha sido procesado y blanqueado y luego se le ha agregado cantidades de rastreo de nutrientes sintéticos.